El objetivo principal de toda empresa es alcanzar sus logros y metas con el fin de crecer competitivamente en el mercado. Sin embargo, no es suficiente plantearse un objetivo y trabajar para alcanzarlo, sino también, saber cuantificar la efectividad de las acciones y estrategias utilizadas para hacerlo. Para evaluar la eficiencia se utilizan los KPI (siglas en inglés para Key Performace Indicators, o Indicadores Clave de Desempeño).
Los KPI son métricas propias de cada organización que deben identificarse y utilizarse para medir adecuadamente la efectividad de las acciones, estrategias o conjunto de iniciativas empleadas para alcanzar los objetivos que esta se ha propuesto. Estas métricas pueden ser muy variadas, como por ejemplo el número de ventas mensuales, la cantidad de seguidores en la red social de una empresa o el número de visitas diarias a su página web.
Son información relevante, de necesidad para el desarrollo positivo de la empresa, porque permiten tomar decisiones inteligentes y beneficiosas para el crecimiento integral de esta. Un buen indicador es aquél que muestra cómo los objetivos trazados atraen más oportunidades de negocio.
Ahora bien, utilizar los KPI es la primera mitad del trabajo. Escoger adecuadamente qué información es relevante para tu empresa es tan o más importante que utilizar los indicadores clave. Por esto, es importante entender que no existe una fórmula perfecta para todas las empresas. Cada empresa debe determinar cuáles son sus KPI más adecuados y relevantes. Utilizar estos medidores en conjunto podrá determinar qué áreas necesitan mayor atención y cuáles funcionan de forma óptima.
Si bien estos indicadores son genéricos y pueden ser utilizados por muchos tipos diferentes de empresas, son métricas claras, eficientes y sencillas de cuantificar. Obviamente, existen muchos KPI más específicos y complejos. Pero, todos cumplen siempre la misma función: analizar las actividades realizadas para optimizar las estrategias de negocio y mejorar la toma de decisiones de la empresa.
En una economía compleja como la nuestra, es importante saber exactamente qué se está haciendo, qué resultados se están obteniendo y cómo estos afectan el desempeño de las empresas que forman parte de ella. Los indicadores clave son una de las mejores maneras de determinar exactamente en qué dirección va una empresa, y si esa dirección es la correcta.
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