- Por: Diego Ganoza, Gerente de CVM & Analytics en Entel Perú
La era digital ha transformado cómo vivimos, aprendemos y nos conectamos. Las estadísticas muestran que alrededor del 64% de la población mundial tiene acceso a internet. Pero ¿qué pasa con el 36% restante?
Pensemos en los avances recientes: inteligencia artificial que predice enfermedades, blockchain que revoluciona las finanzas o la web 3.0 que redefinirá la manera en que interactuamos en línea. Estas maravillas, sin embargo, permanecen inalcanzables para más de un tercio de la población global.
Ilustremos con algunos ejemplos cotidianos en campos en los que el 64% de nosotros damos por sentado. En el aprendizaje, conocer sobre historia es tan simple como ver un documental en streaming, pero para otros, es un viaje a una escuela o biblioteca distante y, en algunos casos, con los riesgos que puede implicar que menores de edad se trasladen solos.
Otro campo muy importante es el de la comunicación, porque gracias a la tecnología se han borrado las fronteras, lo que permite que podamos hablar en tiempo real con nuestros seres queridos en cualquier parte del mundo, mientas que otros deben esperar semanas por una carta. En ese mismo sentido, hoy en día se puede conocer qué es lo que pasa en cada rincón del planeta de manera instantánea y acceder a miles de fuentes de información para construir una opinión informada, algo imposible sin la conectividad necesaria.
En el ámbito económico tenemos acceso a miles de tiendas online y podemos comprar cualquier producto con tan solo un clic, mientras que las personas que no cuentan con conectividad deben recorrer kilómetros para llegar a mercados locales y limitados. Esto, viene de la mano -además- con la posibilidad de uno mismo ofrecer sus productos de manera virtual y acceder a un número ilimitado de clientes.
Como se puede ver, esta brecha no es solo tecnológica, es una brecha de oportunidades, educación y conexión humana y, por ello, al maravillarnos con cada innovación tecnológica debemos preguntarnos: ¿estamos dejando atrás a una gran parte del mundo?
Existen mecanismos creados por el Estado pensados en reducir esta brecha y las operadoras pueden ejecutar el 40% del canon móvil en infraestructura para zonas rurales, gracias a lo cual Entel, por ejemplo, ha conectado a 1.8 millones de peruanos de 11 mil comunidades.
Es hora de reflexionar y actuar. Que este 36% no sea solo una estadística, sino un llamado a la consciencia colectiva. Asegurémonos de que el avance digital sea inclusivo, para que todos puedan cruzar el puente hacia el futuro.